jueves, 9 de diciembre de 2010

Un paseo por Kathmandú

Titiriteros ambulantes

La entrada al cine



Algunos barrios recuerdan el Marruecos de los 70's - 80's



Aviso: Kathmandú hace mucho que no es la ciudad donde los hippies iban a 'ponerse' hasta la gorra. Nepal es uno de los diez paises más pobres del mundo y pasear su capital es como hacer un viaje en el tiempo. Hay un par de barrios de estilo más o menos internacional y otro para turistas lleno de pensiones baratas, pubs como los de España en los años setenta, algun camello, algunos montañeros y unas pocas tiendas de souvenirs. Si dejamos de lado estas zonas (pequeñas, que Kathmandú es una ciudad del tamaño de Valencia) podemos pasear por el siglo XVII, con sus animales sueltos y sus "agua va!". Es decir, oyes un grito de aviso y desde cualquier ventana te cae a los pies un cubo de basura, una rata muerta o lo que sea que moleste en la casa.


Además de viajar en el tiempo también es posible recorrer en un par de horas el mundo musulman, pasar al huindú y del hindú al tibetano y luego al budista. Cada barrio y cada pueblo tiene su propio ritmo.





Quemando muertos








Otro paseito y nos encontraremos con ciudades amuralladas que cobran una tasa (menos de 5 céntimos de euro) por entrar. Aquí cierran las puertas cuando anochece y ya nadie puede entrar ni salir hasta la mañana siguiente. Vaya, como en la Europa de hace siglos. Afortunadamente--para nosotros, no para ellos-- el turismo masivo tipo Benidorm no vendría aquí, porque todo huele bastante fuerte a putrefacción y la ciudad está muy contaminada (si, muy contaminada) por los tubos de escape de los motocarros y los coches. Tanto que en los barrios modernos la gente va con mascarilla. Además hay pocos hoteles de tipo europeo. Toda una suerte. Si no, en pocos años se convertiría en otra Disneylandia como Amsterdam, Marrakech o Venecia.



Con la vida que se hace en la calle hay suficiente para flipar un par de años. Pero hay más: la ciudad --como todo el país--- está estructurada en castas, cada una con su idioma y categoría social. La más alta son los newari, que hablan algo parecido al chino. Y dentro de las castas, los miembros de la familia no son todos igual, ni mucho menos. Se vive en macrofamilias alrededor del abuelo. Todos en la misma casa. Mandan, por supuesto, los abuelos que son los amos. Los siguientes en categoría son el hijo mayor y su mujer. Y la más pringada es la mujer del hijo menor. A ella le toca el papel de criada del grupo familiar. Ah!, las fotos son de 1995.
El papel se fabrica a mano, se pone a secar en las terrazas y, como hace el señor de la gorra, luego se recoge y se vende.

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